viernes, 26 de junio de 2009 en 0:04
¿Qué es la enfermedad de Parkinson?

Es una enfermedad del sistema nervioso.
Se trata de una enfermedad neurodegenerativa (crónica y progresiva), que afecta a la parte del cerebro encargada del control del movimiento, de la coordinación, de la destreza muscular y del control postural.
La enfermedad de Parkinson se caracteriza por la degeneración de un tipo particular de células (sustancia negra) que son las encargadas de fabricar dopamina
La dopamina es la sustancia responsable de transmitir la información para el correcto control de los movimientos.



¿Cuál/es es/son su/s causa/s?

La causa real es desconocida.
Se cree que el origen es multifactorial, que influyen diferentes factores:
- Genéticos
- Toxicoambientales
- Traumatismos craneoencefálicos leves y repetidos
- Alteraciones metabólicas



¿A quién suele afectar?


La aparición de esta enfermedad es independiente del sexo y de factores sociales, económicos y geográficos.
Pero sí está relacionada con la edad de la persona, y con los cambios degenerativos que la edad provoca en el cerebro de las personas, el 1% de la población mayor de 65 años la padece, con el aumento de la edad aumenta la probabilidad de padecerla .
Cada vez son mas frecuentes los casos en personas menores de 40 años.
El 15% de los enfermos de Parkinson comienzan antes de esta edad.



Síntomas Parkinson

La enfermedad suele iniciarse de forma sutil y paulatina.
La sintomatología de la enfermedad de Parkinson puede dividirse en dos, síntomas motores y no motores.
Los síntomas Parkinson motores son:


- Lentitud y dificultad de movimiento
- Rigidez
- Temblor


Estos provocan importantes dificultades en las actividades de la vida diaria, en diferentes momentos; por ejemplo, al caminar, girar en la cama, escribir, etc.

Los síntomas Parkinson no motores son entre otros:

- Voz más débil y monótona
- Cara inexpresiva
- Ansiedad, depresión
- Trastornos sueño: insomnio, sueño fragmentado, sueños vividos
- Estreñimiento
- Disminución sentido del olfato


El temblor, quizá es el síntoma que antes se relaciona con la enfermedad de Parkinson . Es el síntoma más conocido, aunque no está siempre presente. Es más evidente en reposo, se reduce cuando la persona está relajada, disminuye al realizar un movimiento voluntario, desaparece cuando la persona duerme y empeora ante estados de ansiedad, emociones, concentración mental… .

La intensidad del temblor también aumenta al caminar. Puede aparecer unilateralmente, y varía según la fase evolutiva de la enfermedad. Mandíbula, lengua y cara son los últimos en afectarse.
En la mayoría de los casos no es invalidante.


Rigidez muscular consiste en una resistencia o falta de flexibilidad para mover pasivamente las extremidades. Con la progresión de la enfermedad puede volverse severa. La ejecución del movimiento se ve entorpecida por la rigidez.
La rigidez por si sola no es incapacitante, pero unida a la lentitud de movimiento, provoca torpeza motora tanto en movimientos finos, como al caminar así como trastornos de la postura. Puede dar lugar a dolores y calambres musculares.
Bradicinesia o lentitud de movimiento es uno de los síntomas más habituales e incapacitantes existiendo un retraso y lentitud al iniciar el movimiento voluntario, así como una pérdida de los movimientos automáticos. También debido a ello existe una fatigabilidad en los movimientos repetitivos de manera que se pierde la armonía del movimiento.


Afecta, por tanto, a diferentes tipos de movimientos :

- repetitivos ( cepillarse los dientes, remover una cacerola).
- Secuenciales (abrocharse una serie de botones)
- Automáticos (parpadear, tragar, balancear los brazos al caminar)
- voluntarios (caminar, vestirse, levantarse de una silla, escribir).


En la enfermedad de Parkinson existe una tendencia a un mayor aumento de tono muscular de los músculos flexores respecto de los extensores, como consecuencia de ello, se provocan alteraciones de la postura: adoptando la actitud flexa típica con inclinación del tronco y la cabeza hacia delante; brazos por delante del cuerpo; los codos, rodillas y muñecas semifllexionados.
Estos trastornos de postura no hacen más que empeorar la deambulación. Trastornos del equilibrio y la marcha, la marcha se realiza lenta, a pasos cortos y torpes , se producen bloqueos , sobre todo después de periodos de inactividad, al pasar por lugares estrechos o con muchos obstáculos
En ocasiones aparece el fenómeno de la festinación, pasos cortos y rápidos con aceleración creciente, a veces imposible de frenar que provoca al enfermo de Parkinson numerosas caídas.
Los giros sobre si mismo son lentos y torpes y en ocasiones pueden propiciar caídas.
Así pues la marcha que realiza un afectado de Parkinson es una marcha inestable, donde puede haber trastornos del equilibrio por la pérdida de los reflejos posturales y de las reacciones de enderezamiento ante cambios bruscos de posición.


¿Cómo se diagnostica?

Al principio de la enfermedad no es nada fácil de diagnosticar porque los síntomas son leves, poco específicos y pueden llevar a confusión. La primera fase del Parkinson no suele presentar todos los síntomas corrientes y típicos, por ejemplo el temblor y la rigidez.
A menudo el inicio de la enfermedad se manifiesta como:
Dolores articulares pseudo-reumatológicos.
Cansancio (que se suele achacar al exceso de trabajo, etc.)
Arrastrar un pie.
Dificultades al escribir (letra pequeña e ilegible).
Cuadro depresivo de larga duración


¿Cómo lo diagnostica entonces el médico?

Generalmente, el paciente visita a diferentes especialistas y no mejoran sus problemas, por lo que se descartan las enfermedades "comunes" (reuma, circulatorio, estrés, etc.) y se piensa ya en los trastornos menos "conocidos" (neurológicos).
Se suelen hacer pruebas altamente tecnificadas (RMN, TAC, SPECT, PET, etc) y no suelen aparecer signos anormales (se descartan procesos tumorales cerebrales, micro-derrames o trombosis, etc.).
El médico llegará a la conclusión de la existencia de un Parkinson sobre todo basándose en los signos clínicos externos (las "quejas" del paciente y la exploración directa) que presenta el enfermo.

Se confirmará este diagnóstico por la respuesta del paciente a la medicación con L-Dopa, y a la posterior evolución del cuadro clínico hacia una forma de un Parkinson típico.

Fuente: http:/unidoscontraelparkinson.com

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